
1 Creemos que Dios está presente en todas partes, y que “los ojos del Señor vigilan en todo lugar a buenos y malos”, 2 pero debemos creer esto sobre todo y sin la menor vacilación, cuando asistimos a la Obra de Dios.
3 Por tanto, acordémonos siempre de lo que dice el Profeta: “Sirvan al Señor con temor”. 4 Y otra vez: “Canten sabiamente”. 5 Y, “En presencia de los ángeles cantaré para ti”.
6 Consideremos, pues, cómo conviene estar en la presencia de la Divinidad y de sus ángeles, 7 y asistamos a la salmodia de tal modo que nuestra mente concuerde con nuestra voz.
COMENTARIO
La convicción de la cercanía de Dios;la fe de su presencia en todo lugar, pero de manera especial en el coro, mientras celebramos el oficio divino,con la abundancia de salmos y lecturas bíblicas hace que estemos atentos y que no sea un acto rutinario ante Dios.
Los salmos tienen gran poder y valor para orar, unas veces alabando, adorando, glorificando o pidiendo, como pobres que somos.También es cierto que algún salmo, no muchos, nos pueden resultar fuertes y difíciles de entender. Su interpretación nos puede parecer inadecuada o rara. Para subsanar esto debemos estudiarlos y leer algún comentario que nos aclare su interpretación cristológica. Pensemos también que fueron escritos en una época remota, desde una mentalidad bien distinta a la nuestra en la que regía la ley del talión "ojo por ojo y diente por diente." Pero vino Jesús y nos dice: "Amarás a tu enemigo y harás el bien a los que te aborrecen o hacen el mal."
Los salmos son un modo fácil y eficaz para seguir orando durante el día, repitiendo algún versículo que se nos haya quedado en la mente y en el corazón.
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