Oh Adonai, Pastor de la casa de Israel, que te apareciste a Moisés en la zarza ardiente y en el Sinaí le diste tu ley, ven a librarnos con el poder de tu brazo.
Las alusiones de esta súplica se refieren claramente al Exodo. El término "Adonai" ( Señor mío) es la forma de dirigirse a Dios evitando el término Yahvé, el nombre sagrado de Dios que, en la liturgia de Israel, sólo el sumo sacerdote pronunciaba una vez al año
¡Oh supremo Señor!, ¡Adonai! Ven a rescatarnos, no tanto con tu poder como con tu humildad. Antaño te manifestaste a Moisés, tu siervo, en medio de una llama divina. Tú diste la Ley a tu pueblo en medio de truenos y relámpagos. Ahora no se trata de atemorizar, sino de salvar.
Bajo el nombre de " Adonay" se invoca, con toda evidencia, al mismo Verbo de Dios, el que preludió su venida según la carne a través de aquellas múltiples intervenciones con las que desplegó el poder de brazo a favor de Israel. De aquellas diversas manifestaciones, que se multiplicaron a lo largo del curso de la historia del pueblo judío, nuestra antífona se refiere explícitamente a dos de ellas, aquellas de las que fue testigo Moisés y de las que puede decirse que se nos presentan como muy directamente proféticas de la doble venida del Salvador: en primer lugar, la aparición de la zarza ardiente, que la liturgia nos hace contemplar como una figura de la Madre de Dios en su parto virginal; en segundo lugar, la escena pavorosa del Sinaí que, por su parte, nos hace presentir el espectáculo grandioso del juicio divino con el que se abrirá la fase definitiva de la eterna alianza.
amén, bellísimo y muy cierto. En otro orden de cosas, ¿cómo se dice advenimiento o adviento?. disculpen mi ignorancia.
ResponderEliminarEl tiempo litúrgico se llama tiempo de Adviento (del latín Adventus)
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