No envejezcas tu existencia sin dar a luz tu vida, no banalices cada día
con temores sin fundamento o vanas ambiciones. Que cada día sea para ti una
fiesta, un maravillarse, que tus gestos sean alabanzas, tu vida una risa
bailada, que estalle por toda tu piel en parcelas de luz y atrévete a gritarle
al mundo dormido la Belleza de la Vida con himnos de alegría. ¡Cristo ha
resucitado!»
Sigo el blog del Monasterio desde hace algún tiempo. Alguna vez he ido a la Eucaristia del Domingo y voy a intentar ir este fin de semana al grupo de Liturgia..si el trabajo me lo permite.
ResponderEliminarFELIZ PENTECOSTES
¡Qué alegría poder contar con su presencia! Un abrazo
ResponderEliminar