Ha terminado el verano, las vacaciones y... a lo mejor sigues insatisfecha ¿por qué?
Hay una fuerza extraña y misteriosa que nos impulsa sin cesar a crecer hacia arriba y cuando uno se desvía de esta fuerza misteriosa se llena de descontento, porque se siente como un ave con las alas cortadas que desea subir al cielo y se ha quedado abajo. Esa fuerza es el "ser" lo que cada uno está llamado a ser según Dios. Ánimo, aún hay tiempo.
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