Celebramos la fiesta de San Benito en el día de su muerte, tradicionalmente admitida como el 21 de marzo del año 547.
Este año celebramos también los 50 años de su proclamación por el Papa Pablo VI como patrono primero y principal de Europa.
Mensajero
de la paz, creador de unidad, maestro de la civilización, y
sobre todo heraldo de la religión de Cristo y fundador de la vida
monástica en Occidente: estos son los títulos propios de la
exaltación dados a San Benito, abad.
A la caída del Imperio
Romano en ruinas, mientras que algunas regiones de Europa parecían
haber caído en la oscuridad y otras permanecían aún carentes de
civilización y de valores espirituales, él fue quien, por el
esfuerzo constante y asiduo, llevó al nacimiento de una nueva era.
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