jueves, 21 de agosto de 2014

OTRO MIEDO

Otro miedo que condiciona mucho mi vida y no sé cómo solucionarlo.

Cuando me levanto cada mañana y voy con gran prisa, con urgencia, adónde está mi PADRE para que vea que estoy con él y me da un fuerte abrazo, empiezo a tener miedo a decirle que me tendré que ir. ¿Entenderá que tengo que dejarle para trabajar? ¿Qué hay muchas cosas que hacer? ¿Qué no puedo estarme todo el día con él?

¿Cómo decirle que me voy? Me da miedo que se entristezca, sé lo que me quiere, no le puedo dejar sólo pero............ ¡hay tanto que hacer! ¡Qué miedo me de dejar a mi Padre!


¿Me puedes ayudar a solucionar mi problema, tú quien quiera que seas que lees este mensaje? 

GRACIAS

2 comentarios:

  1. ¿Por qué te entra ese miedo? ¿Acaso no estás con Él en todo momento? ¿Acaso el Padre no se encuentra presente en todos los actos de tu vida? ¿Acaso no es el principio y fin de cada jornada? ¿Acaso en el fragor de tus tareas no encuentras el silencio del alma en coloquio con el Señor? ¿No crees que el trabajo de nuestra jornada habitual sea obra de Dios? ¿Acaso la ociosidad no es conocida como enemiga del alma?
    En mi humilde opinión, la vida es también un OPUS DEI, una Obra de Dios que nos santifica. Frente a esos momentos cumbres del día donde actualizamos los misterios de Cristo, Salvación y Santificación; también en la DOMUS DEI, el Padre está presente. Él te acompaña en las tareas, porque todo es una continuación del altar.
    El capítulo 48 de la Regla señala: “Precisamente así son monjes, cuando viven del trabajo de sus propias manos”. ¿Acaso no trabajamos para nuestro sustento y para compartir con los otros, poniendo en común el fruto de nuestro esfuerzo? Yo creo que sí, ¿y TÚ?
    Incluso, si vamos más allá, en el trabajo diario el Padre está contigo. Cualquier trabajo o tarea encomendada afecta al cuerpo, alma y espíritu de cada uno. Tú no le apartas. En cada una de tus acciones intentas tenerle presente con virtudes y elementos para dignificar dicha labor. Por ejemplo: ¿Acaso no vives la “taciturnitas”, el uso adecuado de la palabra? ¿O el valor de la humildad?...
    Estoy plenamente convencida que en ese MIEDO ves la sonrisa del Padre en todo momento. Él está tranquilo. Te conoce, sabe de ti y de tus miedos; TE QUIERE POR ENCIMA DE TODO, TE QUIERE A TI. Te observa y espera, como buen Padre, el momento propicio para abrazarte de nuevo y que tus ojos contemplen el cielo de cada día. Tú le tienes presente en tu ORA ET LABORA. Y es que tu sed de Dios es imborrable y sempiterna, VIVES PARA ÉL.

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    1. Gracias a todos los que me estáis contestando a esta pregunta. Me TRATÁIS de consolar y os lo agradezco pero........... me mi PADRE es especial, tiene un amor muy intenso, muy grande por mí Él me ha creado para estar siempre con él y su corazón está inquieto hasta que YO DESCANSE EN ÉL.
      No puedo dejarle sólo. Este es mi labora, mi principal trabajo es hacer feliz a mi PADRE.

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