El pasado día 8 de Mayo celebramos la dedicación de Nuestra Iglesia como sitio de oración y culto al Señor.
San Agustín, en esta breve parte de uno de sus sermones, nos ayuda a entender y a vivir lo que esto significa.
"Hoy celebramos juntos la dedicación de una casa de oración. Porque nuestra Iglesia no es otra cosa: es la casa de nuestras oraciones. La casa de Dios somos nosotros mismos, y nosotros que vivimos en el tiempo, estamos en construcción: la fiesta de nuestra dedicación tendrá lugar al fin del mundo. El edificio no se hace sin trabajo; pero también que alegría el día de su consagración.
El edificio que se iba levantando del suelo y que somos nosotros, es la reunión, que se hace en este momento de todos los creyentes en Cristo.
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