Es un hombre que se agarra a Cristo como a la auténtica realidad de su vida.
Por tres veces lo dice san Benito:
“Nada anteponer al amor de Cristo” (Reg. cap. IV).
“Los que nada estiman tanto como Cristo” (cap. V).
“Nada absolutamente prefiera a Cristo” (cap. LXXII).
Hola, soy Javier y pienso, que ese no preferir, no anteponer y no estimar nada más que a Cristo...es un amor que excluye...quiero decir que te obliga a dejar otras cosas o a romper con ellas...y eso no tiene que ser facil.
ResponderEliminarPuede que no sea fácil el dejar cosas pero no es un trabajo a fuerza de puños sino que, a medida que el Señor va tomando espacio en nuestra vida, lo otro va cayendo por su propio peso. Donde está el sol no tienen luz las estrellas. Un abrazo
EliminarPor experiencia puedo decir que el que busca encuentra. Y si a esa búsqueda se le añade la oración, el resultado es sorprendente. En esta búsqueda encontré este blog.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario tan acertado. Nos alegramos de contar con tu amistad. Un abrazo
EliminarDios es sorprendente, siempre.
ResponderEliminarEs una de sus mejores características personales....
y creo que lo caracteristico del monjes es precisamente que vive sorprendido y anonadado por Dios.
Gracias por tu comentario. Un abrazo
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