Nos dice Jesús en el Evangelio de hoy (Mc.12,38-44) que una viuda pobre se acerca al cepillo del templo y echa dos reales...echando más que nadie....pues los demás echan de lo que les sobra, pero ella echa todo lo que tiene para vivir.
¿Ponemos toda nuestra confianza en el Señor como esta pobre viuda?
Esta mañana en el Oficio de Maitines, primer Oficio de nuestra jornada Monástica, leíamos el comentario que hace San Paulino de Nola a este Evangelio, y nos dice:
".....renuncio a todos los bienes que proceden de la tierra y a la tierra retornan. Echó lo que tenia, con tal de poseer los bienes invisibles, echó lo corruptible para adquirir lo inmortal...tenia puesta su esperanza en las solas riquezas de la eterna recompensa y ambicionaba para sí solo los tesoros celestiales."
Yo creo que tenemos que sentirnos necesitados para poder dar .....por que si no solo damos de lo que nos sobra.
ResponderEliminarA mi lo que más me ha llamado la atencion de este evangelio....es que la ofrenda...ES PARA EL SEÑOR....tengo que dar autenticamente....pero al Señor y con total discreción....
ResponderEliminarMe ha emocionado realmente...porque me ha hecho dscubrir que tal vez el más necsitado sea el Señor....y necsite de mi oración y compañia......y dsd esa oración yo me puedo alimentar y compartir y enriquecer a los demás....ha sido un VERDADERO TOQUE....me ha emocionado.
GRACIAS. Rosario.
Gracias Rosario por tu comentario. Ahora lo importante es que sigas animada y te mueva a seguir más al Señor, que noquede sólo en una pequeña emoción. Como te conoczco bien sé que no va a ser ese tu caso. Un abrazo fuerte Ernestina
ResponderEliminar