martes, 5 de octubre de 2010

Regla benedictina, c. 10, La albanza nocturna en verano, Sor Ernestina Álvarez

Capítulo 10

CÒMO SE HA DE CELEBRAR EN VERANO LA ALABANZA NOCTURNA

1 Desde Pascua hasta el primero de noviembre manténgase, en cuanto al número de salmos, todo lo que se dijo arriba, 2 pero, a causa de la brevedad de las noches, no se leerán las lecturas en el libro, sino que, en lugar de esas tres lecturas, se dirá una de memoria, tomada del Antiguo Testamento y seguida de un responsorio breve. 3 Todo lo demás cúmplase como se dijo, es decir, que nunca se digan en las Vigilias menos de doce salmos, sin contar en este número el salmo 3 y el 94.

El Salvador en la cúspide del frontón y la  Anunciación
COMENTARIO por Sor Ernestina Álvarez

El bien más grande que tenemos los monjes y monjas benedictinos es la oración litúrgica. Esta gran verdad nos la quiso transmitir San Benito haciendo especial hincapié en el rezo de los salmos.

De este capítulo se puede deducir el amor que tenía Benito a la salmodia dentro de la oración comunitaria hasta tal punto que, en verano, al acortarse las noches prefiere disminuir las lecturas bíblicas a reducir el número de salmos.

¿Por qué? Hay muchos motivos para ensalzar el valor de los salmos pero, sobre todo, porque en ellos vemos reflejados nuestros propios sentimientos, pensamientos, dificultades, alegrías… es decir vemos expresada nuestra propia vida y se la presentamos al Señor para que él la reoriente hacia el Padre.

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